¿Por qué los llamas crujiente fluido de cocido andaluz, cuando quieren decir CROQUETAS?

Ingredientes:

- Carne sobrante del puchero (jarrete, gallina, costilla ... )
- Verdura sobrante del puchero (apio, zanahoria, puerro, garbanzos…)
- Sofrito de ajo, cebolla y puerro
- Caldo de puchero
- Leche entera
- Pimienta negra y nuez moscada
- Panko o pan rallado normal
- Huevo para rebozar

Pues eso, que aunque soy un cocinero actualizado (a mi manera claro) y ávido de novedades procuro mantenerme en el lado de la coherencia. Recuerdo hace un par de años que me senté con mi mujer en una bonita terraza, era un bar de tapas recomendado en una guía y estaba hasta los topes, pedimos varias tapas y una de ellas fue: “Croquetas de morcilla”, cual fue nuestra sorpresa cuando en lugar de las deseadas croquetas, nos sirvieron cuatro mini paquetitos de brick frito, requemados, aceitosos y relleno de algo negro que no era morcilla.

Es a esto a lo que me refiero con “actual pero coherente”, porque puedes sugerir croquetas y que no lo sean, pero si te decides a cobrar diez euros por unos crujientes de morcilla en brick, tómate la molestia de hacerlo con cariño y de que la novedad resulte agradable. Y es que resulta muy decepcionante salir a tomar algo por ahí, y que te resulte casi imposible esquivar tanto supuesto gastrobar o gastroteca, ya que hoy para triunfar en hostelería, basta con dos ollas gigantes, una de cebolla caramelizada y otra de reducción de balsámico. Si complementamos esta combinación ganadora con unos buenos congelado de brie frito y foie plancheado… el no va más!!!!
Y no nos olvidemos de unos buenos congelados de brownie, tiramisu y tarta de queso con mucho sirope.
Con esto quiero decir que me encantaría vivir en una ciudad abarrotada de restaurantes y barecillos de cocina creativa, pero no es así, en algunos casos por avaricia y en otros casos por la algarabía con la que es recibida cada nuevo establecimiento que este bien situado y tenga las paredes, mesas y sillas en un moderno blanco y negro.

En fin espero no haberos aburrido y que nadie se haya sentido ofendido, lo único que pretendo con todo esto es hacer un llamamiento a la coherencia, y poner mi pequeño granito de arena para que la hostelería andaluza recuerde sus raíces y que desde ahí se rearme hasta ponerse a la altura de los tiempos que corren pero sin perder el SUR, y mirando mucho al norte, que vascos y catalanes llevan años revolucionando la gastronomía mundial pero ofreciendo siempre calidad, y no me refiero a estrellas michelín, que de eso no estamos escasos en Andalucía, me refiero a los pequeños establecimientos, al bar de la esquina. Por que es justo afirmar, que mientras aquí pagamos diez euros por una copa de vino y una tostada de salmón ahumado con queso crema, en cualquier tasquilla del norte podemos disfrutar de un pintxo de flor de calabacín rellena de risotto de hongo y foie por menor precio, (experiencia propia).